Las palabras de enojo pueden arruinar las amistades, pero un gesto tan simple como una sonrisa puede hacer que florezca la bondad y que las amistades se enmienden. Las páginas troqueladas presentan un retoño que crece hasta convertirse en un árbol en flor con cada vuelta de página a medida que se esparce la bondad.

Las palabras duras, los desacuerdos y los gritos pueden hacer que las amistades se dobleguen y, en algún momento, se rompan. Los amigos se entristecen cuando los dejan fuera, y una vez que se dice una palabra mala, es imposible retractarse. Pero, ¿y si en su lugar difundiésemos la bondad? Ofrecer palabras de aliento, compartir, preocuparse por los demás y jugar juntos ayudan a fortalecer las amistades, ¡y ciertamente somos más fuertes juntos!

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